Entre vacas y niebla pedaleamos durante 40 kms a veces nuestra única guia era el gps por que el camino se desvanecia ante mis ruedas, pero la linea clara de mi señal me proporcionaba el camino que no veía.
Collformic fue el reposo después de el duro ascenso, un bocata y un cortado y para el Pla de la Calma, que nos aproximo a Puig Drau, durante 5 segundos pudimos admirar la antena y desapareció igual que nosotros en dirección a El Sui, los últimos 300 mts no son ciclables de subida pero si de bajada con el divertimento añadido de la niebla.
Bajada radical de piedras y barro durante 45 minutos y cervecita en el restaurante de al lado del parking, un día para recordar y repetir.
Gracias a Mario por confiar en mi y por su esfuerzo "Titanico".